El equipo contaba también con Ovidio Messa, por entonces el mejor jugador nacional, con el talento de los grandes, una mezcla de mediocampo de creación y atacante neto. Los años comenzaron a pasar y el Deportivo Toluca sufrió una baja de juego desde aquel tercer título, que con el tiempo se convertiría en una sequía. En 1967 jugó su primera Copa Libertadores junto al Club Deportivo 31 de Octubre.